Introducción
Las plagas y enfermedades son componentes naturales de la dinámica de los bosques y suelen desempeñar funciones importantes. Sin embargo desde el punto de vista productivo, en determinadas condiciones pueden redundar negativamente en el crecimiento, la supervivencia de los árboles, el rendimiento y la calidad de la madera y de los productos maderables y no maderables y en las funciones de los bosques, entre ellas la conservación del suelo y el agua. El brote de plagas puede causar pérdidas económicas y ambientales de consideración, y dar por resultado restricciones al comercio de los productos forestales.
La preocupación por el estado sanitario del bosque se presenta como un tema prioritario teniendo en cuenta la preservación de las múltiples funciones de los bosques que afectan a la comunidad en su conjunto; en la Argentina por su parte y teniendo en consideración la significativa inversión que realiza el estado a través de la Ley de Inversiones en Bosques de Cultivo (Ley 25.080) la sanidad de las plantaciones forestales constituye un aspecto de suma importancia en la cadena forestal productiva.